La instalación de un andamio multidireccional Kibloc para acceder a la superficie exterior del edificio permitió realizar trabajos no tradicionales para salvarla y aproximarse a la fachada. Se montaron pantallas protectoras, escaleras y revestimiento de rafia hasta alcanzar la cúpula sobre el famoso Molino que corona la ochava.

Luego de una larga historia como punto de elemento social, que comenzó en 1916, cerró sus puertas en 1997 la tradicional Confitería del Molino de Av. Rivadavia esquina Av. Callao, al mismo tiempo que era declarada Monumento Histórico Nacional. Luego de años de abandono, finalmente fue expropiada por ley de noviembre de 2014 quedando bajo control del Congreso Nacional.

En septiembre de 2015 el Ministerio de Planificación Federal decide su intervención para la puesta en valor del edificio, contratando un andamio sobre fachadas y cúpula. Comenzamos así la instalación de un andamio multidireccional Kibloc para acceder a la superficie exterior del edificio en un área de alto tránsito peatonal y vehículos, con una marquesina a conservar, que motivó soluciones no tradicionales para salvarla y aproximarse a la fachada. Se montaron pantallas protectoras, escaleras y revestimiento de rafia hasta alcanzar la cúpula sobre el famoso Molino que corona la ochava.